Shunts portosistémicos en perros y gatos

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Clínica Veterinaria Taco Tenerife

Introducción

En un hígado normal, la sangre de estómago, intestino, bazo y páncreas entra en la vena porta e irriga el hígado, del que saldrán las venas hepáticas que llevan sangre a la vena cava caudal.

La vena porta proporciona hasta el 80% del flujo sanguíneo (la arteria hepática un 20%) que llega al hígado, conteniendo nutrientes y hormonas que favorecen su desarrollo, pero también bacterias y toxinas.

Los shunts portosistémicos son anomalías vasculares en las que se produce una desviación de la sangre desde la vena porta a la circulación sistémica (vena cava caudal o vena ácigos), sin pasar por las células hepáticas, por lo que los factores descritos llegan en menor cantidad al hígado, por lo que se desarrolla menos, produciéndose una insuficiencia hepática. Asimismo, dado que una de las funciones del hígado es la de filtración de una multitud de sustancias neurotóxicas que recibe desde los órganos digestivos, si existen shunts portosistémicos, estas sustancias tóxicas se acumulan en la circulación sistémica y afectan al cerebro.

Los shunts se han descrito en perros, gatos pero también en la especie humana y algunos otros mamíferos.

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Suelen ser vasos únicos fuera del hígado (más frecuente en perros de razas pequeñas) o dentro del hígado (más frecuente en razas grandes).

Síntomas

Los síntomas incluyen trastornos de conducta como “mirar las estrellas”, presión mantenida de cabeza contra un objeto, mirada fija en paredes o esquinas, ladridos al azar, ceguera intermitente, movimientos rítmicos, agresión, ataxia, falta de respuesta a estímulos, el animal da vueltas incontroladamente, ceguera, convulsiones y coma. En casi la mitad de los casos los signos se correlacionan con la ingestión de comida.

La ingestión de cuerpos extraños puede estar asociada a shunts, aunque también a otros problemas de conducta u otras causas. Puede haber convulsiones y los shunts constituyen la causa más frecuente de encefalopatía hepática.

En gatos, un 67-84% presenta ptialismo (salivación) o trastornos gastrointestinales  y una gran mayoría manifiesta algún trastorno neurológico que puede ser intermitente.

También puede haber vómitos, diarreas y pérdidas de sangre gastrointestinales (en gatos menos frecuentes).

Por último, son relativamente frecuentes los signos urinarios de vías urinarias bajas, tanto en perros como en gatos. En los primeros, son frecuentes los signos de poliuria y polidipsia (menos frecuentes en gatos).

Otros signos asociados son: retraso en el desarrollo desde el nacimiento (el pequeño de la camada), pérdida o no ganancia de peso, intolerancia a sedantes y a la anestesia.

En los Schnauzer Miniatura, los signos clínicos pueden manifestarse menos.

A veces los shunts van asociados a otros defectos congénitos, como criptorquidia o hernia peritoneopericárdica. En algunos casos se ha detectado la presencia de un iris de color cobre inapropiado para la raza, particularmente en gatos.

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